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Desafíos de acceso al agua potable: la realidad de La Cava

La infraestructura precaria del barrio popular sanisidrense funciona como ejemplo de la poca sanidad del agua en los hacinamientos argentinos y su vinculación con enfermedades.

Por MARGARITA WIRTH

Las personas en situación de pobreza presentan mayores dificultades para acceder al agua potable en comparación con otros sectores de la población y, como consecuencia, pueden tener efectos negativos en la salud, según un artículo (p. 53-66) publicado por La Revista de la Escuela Superior de Guerra “Teniente General Luis María Campos”.

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Fuente: INDEC. Censo Nacional de Población  1

El trabajo realizado se centra en la correlación entre la desnutrición y enfermedades causadas por la falta de agua potable en barrios desfavorecidos de Argentina. Se demostró que el 50% de la población de Buenos Aires no posee acceso a agua de calidad, convirtiéndola en la provincia con menor cobertura de agua potable del país. Explica que en el 2020 y con respecto a las condiciones de vivienda, la zona más afectada fue el Área Metropolitana de Buenos Aires con una pobreza del 54,2%

En la localidad de San Isidro, en el conurbano bonaerense, se encuentra el barrio “La Cava”, una urbanización informal que no posee acceso al derecho fundamental del agua sanitaria y se ve desfavorecida por las consecuencias que trae consigo. Si bien el Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas realizado por el INDEC en el 2022 especifica que en el 

municipio sanisidrense el 98,0% de los habitantes poseen “Agua para beber y cocinar por red pública”, los vecinos de La Cava disienten. Basta con recorrer unas cuadras del barrio para discernir que carece de las instalaciones necesarias para concebir agua potable. La infraestructura pobre de cloacas intercepta las calles, estando al alcance de los niños e interrumpiendo las pocas cañerías de agua que tienen.

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Fuente: INDEC, Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2022. Resultados provisionales

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Fuente: OMS

Créditos: MW

El artículo depicta la falta de este recurso como un factor que incrementa la probabilidad de padecer enfermedades y desnutrición, sobre todo en los infantes. La mezcla de residuos pluviales, cañerías y la precaria instalación de pozos ciegos se convierte en la pileta  de bacterias perfecta al alcance de cualquier niño y la única fuente de agua del barrio. Una madre y vecina de La Cava comentó: “Los caños también pierden y el agua después queda llena de bichos. Los chicos se enferman, tienen diarrea o infecciones urinarias. Cuando crecés, el cuerpo se termina acostumbrando”.

La causa se debe a falta de obras, ausencia de mantenimiento de las instalaciones, así como también la falta de financiamiento e inversiones, según el artículo. En La Cava, se agrega el factor de la convergencia de entes que se encargan de la instalación de obras públicas. En una oportunidad de conversar con un personal jerárquico de cargo importante en AYSA que prefirió no exponer su nombre, expresó que la empresa atiende únicamente el perímetro del barrio pero que todo lo que es dentro del barrio “lo maneja la municipalidad o provincia o la Nación”. Es decir, en este barrio en particular, las construcciones de obras públicas se dan en una relación tripartita. 

En una entrevista con Ramón Lanús, precandidato de Juntos por el Cambio y ConVocación a intendente de San Isidro, comentó que en cuanto a la financiación y el trabajo de obras públicas en el barrio La Cava: “Es importante tener en cuenta el nivel de inversión que uno puede afrontar desde el gobierno municipal para que la gente pueda vivir en condiciones dignas. Esto es una misión a largo plazo porque es difícil hacerlo solo con presupuesto municipal”.

Además de este conflicto, La Cava sufre de otro problema mayor que es causa directa de la falta de agua potable: la infraestructura del barrio no deja lugar a nuevas instalaciones.  El hacinamiento está construido en forma de pirámide donde las casas se amontonan una sobre la otra. A su vez, las calles son demasiado angostas como para poder construir un sistema de cañerías y cloacas, haciendo imposible llevar a cabo cualquier proyecto de obras públicas.

Según fuentes internas de AYSA, hoy en día se están llevando a cabo dos obras dentro del barrio. Por otro lado, Ramón Lanús comentó, con perspectiva e ilusión hacia un futuro electoral positivo: “Vamos a trabajar en la colocación de cloacas y sistemas de agua potable. Debemos tratar que los servicios estén mínimamente garantizados. La salud va muy ligada a todo el tema del agua y el alcantarillado, y es algo que queremos trabajar”.

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